Los Incas eran una tribu de la austera de los Andes, uno de los muchos pueblos andinos que floreció durante los milenios antes de la conquista europea de América.
En la época prehispánica los ingenieros andinos utilizaron conocimientos que a la fecha siguen siendo dignos de admiración pues la calidad de su arquitectura nos sorprende, por la habilidad con que fueron ejecutados trazos tan complejos, por la tecnología constructiva que resiste la dureza del clima marítimo, por la rítmica decoración de sus muros y por la competencia de los arquitectos y maestros de obra capaces de manejar una logística operacional de la magnitud requerida.
Hicieron obras mayores de infraestructura. Nuevas obras de riego y canalización, nuevas andenerías, una nueva red de ciudades y puestos de colonización y sobre todo toda una impresionante red caminera. Es una hazaña mayor en términos de ingeniería a la que ejecutaron los romanos. Se afirma que esta impresionante obra no fue utilizada para movilizar grandes volúmenes de productos, no era necesario, porque las diferentes regiones del Tahuantinsuyo eran autosuficientes. La red servía principalmente para las comunicaciones y para la movilización de los ejércitos, era parte de un instrumento de administración y control.
